Tras haber encuestados a más de cien universitarios estudiantes en la Comunidad de Madrid hemos podido dibujar a grandes rasgos su situación económica. La mayoría de los encuestados son conscientes de que mensualmente deben afrontar gastos imprescindibles como el transporte (60 euros de media) y la manutención (54 euros). Además, los que provienen de otro lugar de la geografía española deben sumarle a estos gastos el alojamiento que de media supone un desembolso de 300 euros mensuales. Por otra parte, no podemos olvidar el ocio en el que los jóvenes invierten como media 76 euros, mayoritariamente los fines de semana puesto que es cuando no tienen obligaciones ni en la Universidad ni en sus puestos de trabajo. Los lugares a los que suelen acudir son cines, teatros, bares y cafeterías en la capital madrileña o en sus alrededores ya que desplazarse a otra ciudad supondría más gastos para su justa economía.
Cabe citar que el coste de la matriculación cada año se incrementa y, ahora mismo, los jóvenes deben hacer frente a unos 1.800 euros. Esto hace que la cantidad de gastos totales aumente hasta los 2.300 euros de media aunque debemos ser conscientes de que en muchos casos los estudiantes reciben becas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que oscilan entre los 1.000 y los 1.500 euros, según citan los encuestados. Hay que señalar, además, que la mitad de los entrevistados actualmente están en un puesto de trabajo remunerado el cual se convierte en su fuente de ingresos lo que a su vez les permite, en algunos casos, pagarse el alojamiento para desahogar la economía de sus padres.
El freno al consumo viene derivado del alto precio que los universitarios no están dispuestos a pagar puesto que, por ejemplo, en el campo de la educación consideran que “estudiar en España es caro para la calidad que hay”. Muchos confirman que han dejado de realizar cursos y módulos que enriquezcan sus carreras puesto que se ven ahogados por los números. No hay cabida para lo estrictamente necesario y un poco de ocio.
Por otra parte, al preguntarles por la nueva reforma conocida como 3+2 el aluvión de opiniones negativas no se hace esperar. “Quieren vender algo como barato y es más caro aunque sí es verdad que carreras como periodismo deberían reducirse a tres años ya que el último no aporta nada. Pero eso no significa que deban aumentar los años de máster. Es completamente innecesario”, explica una de las universitarias de la Universidad Rey Juan Carlos. Otro de los jóvenes sentencia que “buscan enriquecerse y que acaben estudiando solo los ricos como en la época franquista”.
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